Cómo Elegir Suplementos Adecuados Según tu Edad y Estilo de Vida
- BEVITALAB
- 7 mar
- 4 Min. de lectura

Suplementos para Mujeres
Adolescentes (13-19 años)
Durante esta etapa, el desarrollo físico y hormonal es intenso. Es clave priorizar:
Hierro: debido a la menstruación, muchas adolescentes pueden sufrir déficit de hierro.
Calcio y vitamina D: fundamentales para la salud ósea.
Omega-3: favorece la función cerebral y reduce la inflamación.
Adultas Jóvenes (20-40 años)
Las mujeres en esta etapa pueden enfocarse en:
Ácido fólico: esencial si planean un embarazo.
Colágeno y antioxidantes: ayudan a la piel y previenen el envejecimiento.
Magnesio: alivia el estrés y mejora el sueño.
Mujeres de Mediana Edad (40-60 años)
Los cambios hormonales durante esta etapa, especialmente la perimenopausia y la menopausia, pueden generar síntomas como fatiga, osteoporosis, problemas cardiovasculares y dificultades cognitivas. Para contrarrestar estos efectos, se recomienda:
Calcio y vitamina D: esenciales para prevenir la osteoporosis, fortalecer los huesos y reducir el riesgo de fracturas. La absorción de calcio disminuye con la edad, por lo que una combinación con vitamina D ayuda a optimizar su asimilación en el cuerpo.
Vitamina B12: mejora la energía y la función cerebral, evitando la fatiga y ayudando a prevenir problemas de memoria. A partir de los 50 años, la capacidad de absorción de esta vitamina se reduce, por lo que su suplementación es clave.
Coenzima Q10: apoya la salud cardiovascular al mejorar la producción de energía en las células y actuar como antioxidante. También puede contribuir a reducir la fatiga y mejorar la resistencia física.
Omega-3: ayuda a reducir la inflamación, protege el corazón y puede mejorar el estado de ánimo en mujeres que experimentan cambios emocionales relacionados con la menopausia.
Isoflavonas de soja: pueden ayudar a equilibrar los niveles hormonales, reduciendo los sofocos y otros síntomas de la menopausia.
Magnesio: contribuye a la relajación muscular, mejora el sueño y ayuda a mantener la densidad ósea.
Mujeres Mayores (+60 años)
El envejecimiento afecta la absorción de nutrientes, lo que puede incrementar el riesgo de osteoporosis, problemas digestivos y enfermedades cardiovasculares. Para contrarrestar estos efectos, es recomendable:
Vitamina D y calcio: esenciales para mantener los huesos fuertes y prevenir fracturas. La capacidad del cuerpo para sintetizar vitamina D a partir de la exposición solar disminuye con la edad, por lo que la suplementación es clave.
Probióticos: favorecen la digestión y fortalecen el sistema inmunológico, reduciendo el riesgo de infecciones y mejorando la salud intestinal, que tiende a deteriorarse con el tiempo.
Omega-3: reduce la inflamación, protege el corazón y mejora la función cognitiva, ayudando a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Vitamina B12: su deficiencia es común en personas mayores y puede causar fatiga, problemas neurológicos y deterioro cognitivo. Se recomienda suplementación para asegurar niveles óptimos.
Colágeno: ayuda a mantener la salud de las articulaciones y la piel, reduciendo dolores articulares y la pérdida de elasticidad en la piel.
Magnesio: esencial para la función muscular y nerviosa, previniendo calambres y favoreciendo un mejor descanso nocturno.
Suplementos para Hombres
Hombres Adolescentes (13-19 años)
Durante esta etapa, el crecimiento y el desarrollo hormonal son clave, por lo que los siguientes suplementos pueden ser beneficiosos:
Proteína (suero de leche o vegetal): favorece el desarrollo muscular y la recuperación post - entrenamiento.
Zinc: contribuye a la producción de testosterona y refuerza el sistema inmunológico.
Vitamina D: esencial para el crecimiento óseo y la función muscular.
Omega-3: mejora la función cerebral y reduce la inflamación.
Magnesio: apoya la función muscular y ayuda a regular el estrés y el sueño.
Hombres Jóvenes (20-40 años)
En esta etapa, la actividad física, la productividad y el estrés pueden aumentar, por lo que se recomienda:
Creatina: mejora la fuerza y el rendimiento físico.
Omega-3: mantiene la salud cardiovascular y cerebral.
Multivitamínicos: previenen deficiencias de nutrientes esenciales.
Vitamina B12: incrementa la energía y favorece la función cognitiva.
Proteína en polvo: ayuda en la recuperación muscular y mantenimiento de masa magra.
Hombres de Mediana Edad (40-60 años)
A partir de los 40 años, los niveles de testosterona pueden empezar a disminuir y pueden aparecer problemas articulares y cardiovasculares. Suplementos clave incluyen:
Vitamina D y Magnesio: fortalecen los huesos y favorecen la producción hormonal.
Coenzima Q10: protege el corazón y mejora la producción de energía celular.
Colágeno: mejora la salud de las articulaciones y la piel.
Omega-3: reduce la inflamación y protege el sistema cardiovascular.
Proteína de alta calidad: previene la pérdida muscular relacionada con la edad.
Hombres Mayores (+60 años)
Para mantener la vitalidad y prevenir enfermedades, es clave:
Omega-3: protege el corazón y reduce la inflamación, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, mejora la función cognitiva y ayuda a mantener la movilidad articular, lo que es fundamental en esta etapa.
Vitamina B12: su deficiencia es común en los hombres mayores y puede llevar a fatiga, pérdida de memoria y deterioro cognitivo. La suplementación ayuda a mantener niveles adecuados de energía y un buen funcionamiento neurológico.
Calcio y vitamina D: esenciales para fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis. La combinación de estos nutrientes mejora la densidad ósea y reduce el riesgo de fracturas. Dado que la síntesis de vitamina D a través de la piel disminuye con la edad, es fundamental una suplementación adecuada.
Magnesio: ayuda en la relajación muscular, previene calambres y mejora la calidad del sueño. También juega un papel clave en la salud cardiovascular y en la regulación de la presión arterial.
Coenzima Q10: apoya la producción de energía en las células, protege contra el envejecimiento celular y ayuda a mantener una buena salud cardiovascular.
Zinc: fortalece el sistema inmunológico y contribuye a mantener los niveles hormonales equilibrados, ayudando a preservar la testosterona y la vitalidad.
Probióticos: mejoran la digestión y refuerzan la flora intestinal, favoreciendo la absorción de nutrientes y reduciendo el riesgo de problemas digestivos asociados con la edad.

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